29 de agosto de 2024

Hace 70 años, los Bell Labs de AT&T presentaron una tecnología innovadora: convertir la luz solar en energía. Lo que comenzó como una solución para alimentar dispositivos en lugares remotos se ha convertido en una revolución energética global. Hoy, los paneles solares ocupan una superficie equivalente a la mitad de Gales y proporcionan el 6% de la electricidad mundial, triplicando la energía que consumía Estados Unidos en 1954. Pero este es solo el comienzo.

El crecimiento de la energía solar es exponencial; su capacidad instalada se duplica cada tres años. A este ritmo, para mediados de la década de 2030, las células solares podrían ser la mayor fuente de energía eléctrica del planeta. Para la década de 2040, se espera que sean la mayor fuente de toda la energía, a un costo total significativamente menor que el de las fuentes más baratas de hoy. Esto promete frenar el cambio climático y transformar la realidad energética de regiones como África, donde 600 millones de personas aún carecen de electricidad.

La economía solar funciona bajo una dinámica de reducción de costos: a medida que la producción aumenta, los costos disminuyen, lo que incentiva más demanda. Esto ha permitido que la energía solar se vuelva sistemáticamente más barata. Aunque hay desafíos, como la necesidad de almacenamiento energético y la predominancia de China en la producción de paneles solares, la tendencia global apunta a un futuro donde la energía solar será abundante y accesible.

Para un mundo que busca independencia energética, el auge de la energía solar es una oportunidad transformadora que no debemos dejar pasar.

Fuente: Asociación Chilena de Energía Solar ACESOL A.G.