La creciente incidencia de robos en el sector eléctrico de Chile está comenzando a tomar una nueva forma preocupante. Tradicionalmente, el robo de cables eléctricos ha sido un problema recurrente, pero ahora los paneles solares están emergiendo como el nuevo blanco de los delincuentes. Este fenómeno coincide con el aumento exponencial de la instalación de paneles solares en el país, una tendencia que ha atraído la atención de los criminales.

Desde fines de 2022, la Asociación Chilena de Energía Solar (ACESOL) ha establecido una mesa especial para enfrentar este desafío. De acuerdo con las cifras de ACESOL, se han registrado 42 incidentes de robo de paneles solares, los cuales han sido reportados al Ministerio del Interior. Aunque estos robos no son aún tan frecuentes como el robo de cables, existe una creciente preocupación de que puedan volverse más comunes y difíciles de controlar.

La Policía de Investigaciones (PDI) ha tenido que intervenir en varias ocasiones. En mayo del año pasado, durante un control de pasos ilegales hacia países vecinos, se detuvo una camioneta cargada con paneles solares robados, los cuales fueron identificados gracias a su número de serie. En otro caso, un operativo antidrogas reveló un importante número de paneles solares sustraídos de un parque solar en San Vicente de Tagua.

Darío Morales, director ejecutivo de ACESOL, destaca la importancia de fortalecer la coordinación con las autoridades para prevenir la expansión de estos delitos. “Es fundamental agilizar los procesos judiciales y facilitar la colaboración entre las autoridades regionales y las fuerzas del orden para evitar que la situación se agrave”, afirma Morales.

El aumento de robos ha llevado a las empresas a adoptar nuevas medidas de seguridad. Según Marsh, una importante firma de seguros, los siniestros relacionados con el robo de paneles solares han alcanzado los 1.600.000 dólares desde 2020, con la mayoría de los incidentes concentrados en 2022. Las empresas han comenzado a invertir en seguros, refuerzos perimetrales, cámaras de vigilancia, radares y drones para proteger sus instalaciones.

Además del robo de paneles solares, el robo de cables sigue siendo una preocupación significativa. La empresa CGE reportó 184 episodios de robo de cables en el primer semestre del año, mientras que Enel Distribución ha registrado 138 casos en lo que va de 2024. Estos delitos no solo afectan la calidad del suministro eléctrico, sino que también presentan riesgos para la seguridad de los vecinos y trabajadores.

La reciente discusión en el Congreso sobre un proyecto de ley para aumentar las penas por estos delitos y mejorar la trazabilidad de los cables es vista como un avance positivo, aunque aún queda trabajo por hacer para abordar este problema de manera integral.

Fuente: ACESOL (Asociación Chilena de Energía Solar)